viernes, 6 de septiembre de 2013

La influencia digital y alguna herramienta de medición


                                                FUENTE: dos.cero.com


Sabemos que en la actualidad el ciudadano se enfrenta a un enorme flujo informativo, que con frecuencia puede conducirle a la saturación y al que resulta imprescindible dotar de orden y sentido. Paralelamente a la función informativa de los medios periodísticos y como señala Serrano Puche también en el ámbito digital emerge con fuerza la figura de “líderes de opinión” o influentials: aquellos que, por medio de su actividad online cumplen con la función bien de crear contenidos, bien de filtrarlos hacia personas sobre las que ejercen influencia personal (o followers, en el ámbito concreto de nuestra investigación). ¿Crees estar entre ellos?


Siguiendo al referido autor, una de las cuestiones de mayor interés para conocer la dinámica de los procesos de comunicación en el entorno online es aquella relativa a cómo se ejerce, y cómo puede medirse, la influencia personal en este nuevo ecosistema mediático, y si puede ve­rificarse o no la vigencia de un flujo de comunicación en dos pasos también en Internet. Pese a que desde el ámbito académico aún no se han formulado hipótesis sólidas es este sentido, sí han surgido desde el propio ciberespacio servicios o herramientas que intentan medir la influencia de una determinada identidad digital (sea de una persona o marca).

Conocer por tanto la dinámica de los procesos de comunicación es una de las cuestiones de mayor interés, y para ello han sur­gido aplicaciones que intentan medir la influencia en las redes sociales de una determinada identidad digital (perso­na o marca). La medición de la influencia personal en internet requiere, en primer lugar, un conocimiento profundo del entorno on­line y de las interacciones comunicativas que tienen lugar en él. El marco general que ofrece el índice Klout es una buena aproximación en opiniones doctrinales como la citada, aunque destaquen otras como PeerIndex, que  “revaloriza” el concepto de autoridad. La mayor objeción que puede hacerse a ambos es que “su materia de análisis en realidad no se puede reducir a un nú­mero”. También se señala que como consecuencia de su carácter comer­cial, estas iniciativas “sufren la carencia de un bagaje concep­tual verdaderamente sólido sobre qué son la influencia y la autoridad y qué parámetros sirven para cuantificarlas”.
Las citadas herramientas no sólo posicionan al usuario y a sus contactos, sino que afirman medir su capacidad para influir en sus seguidores. No obstante, son cada vez más voces las que cuestionan esta forma de ponderar. Es el caso de Brian Solis de Altimeter Group, en cuyo informe "El auge de la influencia digital", se subraya que estas herramientas se basan en algoritmos sobre el número de seguidores digitales y las interacciones con ellos corriendo el riesgo de confundir “popularidad” con “influencia”.

En atención a todo ello, se antoja importante que desde el mundo aca­démico surjan propuestas teórico-empíricas de medición de la influencia personal digital, acordes con el rigor y seriedad exigibles a las investigaciones científicas. Queda pendiente el reto de encontrar la forma de poner en relación la influencia digital de una persona con su influencia en el mundo pre­sencial, examinando en toda su riqueza las múltiples con­creciones en que puede encarnarse dicha correspondencia: liderazgo equivalente en ambos planos, ausencia de lideraz­go en uno de esos ámbitos, influencia en asuntos de temáti­ca diversa según el entorno sea online u offline, etc.
Klout se nos representa por tanto como la más interesante por su sistema de medición y categorización del liderazgo y por su plena integración con el estilo comunicativo propio de la web 2.0. Es, además, la de mayor aceptación entre los usuarios –alcanzó los 100 millones en septiembre de 2011–, erigiéndose así para muchos, como reza su lema, en el ranking “estándar sobre la influencia”.
A este respecto, este índice evalúa la influencia de una persona -o una marca- a través del análisis de su presencia en medios sociales. Basándose en algoritmos que cuantifican más de 35 variables, Klout determina de 0 a 100 el índice de influencia del usuario y categoriza su liderazgo (experto, creador de tendencias, activista, famoso, etc.).

miércoles, 13 de marzo de 2013

Ética periodística como garantía democrática

La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón”. Gabriel García Márquez,

Es conocido que algunos escándalos internacionales como el de News of the world suponen una importante pérdida de credibilidad para la profesión periodística, además de poder en entredicho los códigos internos de buenas prácticas. Esa pérdida de credibilidad es lo peor que le puede ocurrir a un medio de comunicación. Sin embrago, no se puede aceptar que los periodistas recurran a medios ilícitos para conseguir exclusivas impactantes en aras de una mayor audiencia, como en el caso citado. Un ejemplo de cómo la necesidad de regulación profesional llama a las puertas de las redacciones pero no como un visitante de lustre, sino como un invitado permanente.
Como señalaba Dolores Masana en su artículo sobre el tema[1], “la prensa se debate entre el escándalo, la opacidad, la desinformación cuando no la transgresión de la ética”. Es evidente que no todo vale en la profesión, pero también es evidente que la lucha por la audiencia, lo cual es sinónimo de la lucha por la publicidad y la consecuente supervivencia económica de medios y profesionales, está llevando en algunos casos a un importante deterioro de las rutinas de trabajo y por ende al relajamiento de los requisitos mínimos de calidad periodística, lo cual pone en peligro el comportamiento ético de los profesionales en aspectos como el contraste de fuentes y datos o la protección del derecho al honor. A veces da la impresión de que los medios han ido derrotando hacia las peores versiones de la prensa del corazón o hacia un amarillismo más propio de las campañas políticas de Hearts que de la prensa seria que pretendemos consagrar.
La citada autora resume con acierto algunas cuestiones de carácter general sobre la ética al catalogarla como un requisito “transversal, permanente y universal desde cualquier soporte de prensa”. En periodismo la deontología profesional aparece como la única garantía para la credibilidad de los medios ante los ciudadanos. Estoy plenamente de acuerdo con que la supervivencia del periodismo dependerá en buena medida de esa responsabilidad ética que los medios y los propios profesionales asuman respecto a los derechos de los ciudadanos a recibir una información veraz mediante una buena praxis de la profesión periodística, más allá de las luchas empresariales y en algunos casos, de las competencias de egos.

Si el periodismo libre, profesional e independiente se entiende como una de las garantías democráticas con las que cuenta el ciudadano, “la ética periodística es una herramienta fundamental para la evolución de la vida democrática de cualquier sociedad”, como señala Masana.



[1]  Masana, Dolores. Ética y periodismo: no todo vale, EL PAÍS, 28 julio 2011:

martes, 22 de enero de 2013

REFLEXIONES INTENSAS SOBRE UN CURSO

Cuando asistes a estas cosas con poca gana y por obligación, la mente te traiciona el noventa por ciento del tiempo. De manera que el pensamiento transcurre por raros callejones en vez de por anchas avenidas. Y conste que todos los ponentes han hecho un esfuerzo notable por hacer de sus intervenciones algo entretenido, con más o menos éxito. De manera que vamos con el resumen:
Primera reflexión:
La alumna que quiere ser la puñetera protagonista toda la mañana intentando demostrar todo lo que sabe interrumpiendo al ponente con su enésima "pregunta espejo" recibe una acerada y acertada respuesta del mismo: "No sé, dínoslo tú" Sólo por eso, ha merecido la pena asistir.
Segunda reflexión:
"Traerse al aula el vaso de café en cartón ¿nos hace más cosmopolitas o más gilipollas?"
Tercera reflexión:
Tercera ponencia: ¿voluntarios para intervenir?. La misma de antes. "¿A qué te dedicas?" Su respuesta: "A comunicar desde el campo visual". Para ser un curso de comunicación eficaz no estás aprendiendo nada, petarda.
Cuarta reflexión:
En los descansos gritan como en un campo de fútbol. Son comunicadores, pero no pueden dejar de ser españoles.
Por lo demás, todo muy bien, gracias.