lunes, 22 de diciembre de 2014

Redes sociales profesionales y relaciones públicas internacionales



Mientras las redes sociales generalistas ponen su foco en mantener y fortalecer las relaciones que mantenemos en la vida real, las redes sociales profesionales van dirigidas a un público adulto que desea impulsar, a través de estas herramientas, su vida profesional.

Las redes sociales profesionales tienen, como objetivo principal, que sus usuarios realicen networking: intercambien información, contactos y establezcan relaciones con personas que compartan intereses profesionales comunes, que les ayuden a impulsar su carrera profesional. Por lo tanto, aunque en estas redes sociales la base de la red de contactos sean relaciones que mantenemos en nuestra vida cotidiana, se orientan a un objetivo práctico. Los profesionales pueden encontrar en ellas un medio perfecto para (re)orientar su carrera, y las empresas una potente herramienta para reclutar talento y obtener nuevos clientes y socios.

Fruto del esfuerzo empresarial y personal de su creador, Dan Nye, la red social profesional LinkedIn salía al mercado en mayo de 2003. La compañía progresivamente ha ido asentándose y difundiéndose entre su público objetivo: profesionales y empresas de todo el mundo que buscan seguir en contacto con otros profesionales, recopilar información y consultar las opiniones de otros profesionales.

Desde 2006 la empresa ya se declaraba rentable económicamente, cuyo modelo de negocio se encuentra diversificado entre los ingresos procedentes de las suscripciones de los usuarios, las ventas de publicidad y las licencias de software. En diciembre de 2011, LinkedIn se convirtió en la mayor red profesional de Internet con más de 135 millones de usuarios en más de 200 países y territorios. Desde el 30 de septiembre de 2011, el ritmo de crecimiento de LinkedIn es superior a dos nuevos miembros por segundo.

Además, se calcula que una amplia mayoría de ellos toman decisiones en sus empresas, lo que demuestra la calidad profesional de los contactos que se citan en la plataforma. La red profesional también se está consolidando como una buena plataforma para las marcas. Actualmente, 2 millones de empresas tienen un perfil de empresa en LinkedIn.

LinkedIn es una de las redes profesionales más interesantes para realizar networking y dar a conocer a nuestra empresa. Se conseguirá obtener tanto contactos interesantes, con los que dar impulso a su carrera profesional, como todas las posibilidades que LinkedIn ofrece a las marcas para darse a conocer entre los profesionales.

Para las relaciones públicas, y en especial las internacionales, contamos con las siguientes herramientas además de la clásica o básica del “perfil”:

-Grupos. Conviene puntualizar que no todos los grupos son necesariamente creados para promocionar una empresa, ya que lo interesante de estas páginas es unir a profesionales con un interés común, ya sea haber estudiado en el mismo centro académico, pertenecer al mismo sector… Se trata de un grupo corporativo y orientarlo en primer lugar a nuestros empleados y clientes directos, para ir luego invitando a todos aquellos que puedan estar interesados en nuestras actividades.

-Las páginas de empresa, son la herramienta para que las empresas estén presentes en esta red social, ofreciéndonos algunas posibilidades para hacer marketing.

En relación a las posibiliaddes de la herramienta como medio de RR internacionales, cabe recordar que éstas son las campañas planificadas para establecer relaciones con públicos de otros países, lo que resulta fundamental dentro del proceso de globalización actual. Es indudable la utilidad de herramientas como LinkedIn para tal fin por su carácter global y un costo económico perfectamente asumible. Una buena gestión de esta red puede servir para proteger la reputación tanto de nuestros productos o servicios como de nuestra propia empresa o institución.

Revisando las pautas de actuación en este ámbito, esta red puede favorecer el contacto con expertos en comunicaciones internacionales y/o expertos en del país receptor, además de facilitar –siempre a muy bajo coste- la búsqueda de contactos para el apoyo de personalidades o líderes de opinión autóctonos. Esta red puede ser también fundamental para establecer contactos con empresas de relaciones públicas de otros países y para identificar a especialistas de las diferentes materias de interés para nuestras acciones en ese ámbito internacional.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Pistas para el Plan de Comunicación



A la hora de afrontar el encargo de realizar un plan de comunicación para un cliente o para nuestra propia empresa, entiendo que es necesaria la previa existencia de un plan estratégico global, que sirva como base para elaborar el plan de comunicación estratégica, ya que el fin del mismo no es otro que el de contribuir a la consecución de los objetivos estratégicos de la empresa.

En un primer momento, necesitaremos realizar un estudio de la información del entorno externo e interno mediante un resumen DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Después del análisis de la información de la empresa, (historia, ventas…) me marco la tarea de señalar cuáles son los objetivos, qué se quiere conseguir con las actividades que se pongan en marcha. Los objetivos deben poder ser cuantificados, medibles y han de ser alcanzables, realistas.

Como en un análisis de mercado, es imprescindible determinar a quién se va a dirigir la comunicación. Definir cuál o cuáles son los destinatarios o grupos de destinatarios en los que se centrarán los esfuerzos comunicativos, Conocer al público al que se dirige la empresa, los medios que utiliza para informarse, el estilo comunicativo que maneja son aspectos claves que influirán en el éxito de la comunicación.

En una fase más técnica debemos analizar el elemento que se quiere comunicar eligiendo las características o atributos que deseemos resaltar: hablamos de establecer nuestro mensaje a comunicar, así como el tono o estilo de la comunicación. En virtud de esto, debemos poner especial cuidado en la elección del modo a desarrollar cada una de las áreas de comunicación con el fin de alcanzar los objetivos antes señalados. La concreción de las actividades a desarrollar y los medios a utilizar para desarrollar el plan, es una parte fundamental del proceso.

Establecer un calendario, contar con un presupuesto medido y prestar atención extrema a la monitorización, medición y seguimiento del trabajo son tareas ineludibles.

La colaboración en el ámbito de la determinación de la estrategia creativa si la hubiera, del plan de RRPP, de un plan de comunicación en crisis, y por supuesto la elaboración de la estrategia de medios y soportes son tareas que entiendo también necesario protagonizar para llevar a buen término nuestra labor.