martes, 15 de noviembre de 2011

Los cínicos no sirven para este oficio


 "Las malas personas no pueden ser buenos periodistas" 
 Rard Kapúscinski




Con la llegada (parece que definitiva) del otoño y la presencia de un nuevo sofá en el salón, este fin de semana dejé apartada la novela para dedicar unas horas al ensayo de 1999 del periodista y escritor polaco Rard Kapúscinski (1932-2007) que lleva por título Los cínicos no sirven para este oficio. Sobre el buen periodismo. En la obra se muestra el modo de entender y hacer periodismo de este autor, galardonado entre otros con el Premio Príncipe de Asturias de comunicación y humanidades en 2003.

Desde una perspectiva un tanto pesimista, el periodista polaco arremete contra la poca especialización del periodismo actual y denuncia la prevalencia de los intereses económicos de las empresas informativas frente a la calidad del trabajo periodístico. Propone como labor del periodista mostrar el mundo tal y como es y no crear su propia realidad a través de una selección informativa que como poco podemos calificar como discutible.

Como mejor ejemplo de lo que sostiene (en este texto y en el conjunto de su obra) nos muestra la ignorancia voluntaria y responsable de los medios de comunicación de los graves problemas existentes en el continente africano, donde se nos mostró la catástrofe de Ruanda cayendo en la falacia de confundir la parte por el todo debido al propio desconocimiento que periodistas y medios  tienen de la realidad del continente, generando un caudal informativo tan vasto como descontextualizado.

Gracias a este ejemplo, podemos reflexionar además sobre el contrasentido que supone el hecho de que en medio de un desarrollo tecnológico como el que vivimos en nuestros días, grandes zonas del planeta puedan quedar aisladas informativamente hablando por culpa de los desplazamientos en masa de los medios, alentados por las empresas de información en virtud de aquellos criterios de competitividad ya señalados. De esta manera, serían los medios quienes gracias a la selección informativa decidida en virtud de unos criterios no meramente periodísticos “crean” la Historia y no se limitan a narrarla en su contexto.

Por tanto, la necesidad de profundizar en los conocimientos sobre lo que se está informando favoreciendo la especialización en la profesión, aparece como posible solución ante este problema ejemplificado en este texto por Kapuściński. Esto nos lleva a suponer que la actualización y el fácil acceso a ese conocimiento (gracias en gran medida al proceso de documentación informativa) son fundamentales para revertir una situación claramente negativa no solo para el ejercicio del periodismo sino para el derecho ciudadano al libre acceso a una información veraz.

Si esta especialización conllevara además una mayor capacidad de contextualización por parte de los profesionales, estaríamos evitando que los medios crearan la Historia para favorecer que simplemente cumplieran con su función contándola.

4 comentarios:

  1. Yo siempre suelo estar de acuerdo con Kapúscinski, pero desde mi punto de vista, en todos los sitios cuecen habas, y no podemos bajar la guardia, ni aun cuando el comentario sea a nuestro favor.

    Muy interesante, buen trabajo.

    Luis

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  2. Ya lo he dicho: Xabi15 de noviembre de 2011, 17:42

    Los cínicos no pueden ser buenos periodistas porque todos ellos ya se dedican a la política. Pero por lo demás, ¡disfruta leyendo a los clásicos! XABI

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  3. Entonces Losantos no puede ser buen periodista? ¿Siendo como es un encanto de persona?

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  4. POR DESGRACIA LAS MALAS PERSONAS SÍ PUEDEN SER PERIODISTAS. OTRA COSA ES QUE SEAN BUENOS

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